ENA (Nomen Nescio)
Roger Bernat
14/05 en adelante
ENA
Nomen Nescio
proyecto Roger Bernat con la colaboración de Mar Canet y Varvara Guljajeva.
diseño web y programación Mar Canet y Varvara Guldjajeva / grafismo Marie-Klara González / coordinación Helena Febrés
coproducción FFF y Teatre Lliure
agradecimientos Cristian Luque (KingEClient)
No nos vemos en persona: hablamos por la pantalla, en imágenes o con letras y emojis. Ya lo hacíamos antes y ahora, con el confinamiento, aun más. ¿Y cómo hay que hacer teatro, en estas circunstancias?
El creador y director Roger Bernat, acostumbrado a crear teatro sin intérpretes, nos propone una salida: una charla con ENA, una bot que ha aprendido a hablar sin otro propósito que parecer un ser humano.
Encontraréis a ENA en la página de INICIO de esta web, dispuesta a conversar con vosotros las 24 horas de los 7 días de la semana. Y de los diálogos resultantes, surgirá más adelante, tal vez, una pieza de teatro...
Si habláis con ENA y deseáis recibir una copia de vuestro diálogo, mandad un correo a taquilla@teatrelliure.com indicando claramente qué día mantuvisteis vuestra conversación
gratis / del jueves 14/05 a las 20h. en adelante, activo todo el día
espectáculo para mayores de 16 años
14/06 coloquio con Roger Bernat y su equipo artístico a través de zoom y en directo por el canal youtube
A partir del próximo 14 de mayo, 24 horas al día y 7 días por semana la web del Lliure invita a participar en la escritura de una oceánica obra de teatro.
Cuenta la leyenda que Luis Buñuel y Jean-Claude Carrière se encerraban en una habitación y, encarnando a sus personajes, escribían los guiones de sus futuras películas. En la web del teatro, en lugar de dialogar con Buñuel, Carrière o Shakespeare, el internauta dialoga con ENA, una bot que imita la conversación humana.
De la interacción continuada con ENA resultará una pieza teatral que será llevada a escena cuando decaigan las medidas de distanciamiento social. Si esto no llegase a suceder, será llevada a escena por intérpretes artificiales para un público que probablemente también lo será.
ENA no entiende propiamente lo que dice ni lo que le dicen. Para ENA, el lenguaje no es más que una secuencia de signos que recibe, que analiza a partir de un cálculo de probabilidades, y a la que responde mandando otra secuencia. El diálogo que se mantiene con ENA sólo tiene sentido para su interlocutor humano y para el público que en ese momento lea su conversación en la web del teatro. Al no entender el lenguaje, ENA no se ofende, no se sorprende y tampoco se cansa. Dialogar con ENA es como jugar al frontón, siendo ella la pared que devuelve la pelota. Interactuar con ENA es un entreno para el diálogo, que tal vez resulta útil tras semanas de confinamiento. Cabe recordar que, al ser un ser humano, el interlocutor humano sí puede sorprenderse, molestarse o cansarse. El Teatre Lliure no se hace responsable de los mensajes que manda ENA que, por otra parte, son imprevisibles.
Vivimos rodeados de bots: los que responden al teléfono cuando llamamos a las grandes empresas, los que condicionen las redes sociales cuando se acercan las elecciones, nuestros falsos seguidores o aquellos a los que nos enfrentamos al jugar a juegos digitales. ENA, en cambio, es una bot que ha sido programada sin objetivo. No desea vendernos nada, no desea informarnos de ninguna new (fake o real) y tampoco pretende levantar nuestros ánimos o confortarnos. ENA sólo ha sido concebida para hacerse pasar por un ser humano, es decir, para hacer teatro.
La experiencia de dialogar con ENA es un sucedáneo de las conversaciones que manteníamos con oráculos, dioses o la naturaleza, cuando los seres humanos éramos capaces de dirigirnos a entes no humanos. Nuestros gritos, lamentos y alegría son escuchados y, por respuesta, recibimos las palabras de algo que no espera nada en retorno.
técnica
Un bot, aféresis de robot, es según Wikipedia una secuencia informática pensada para realizar tareas que, por el hecho de ser demasiado pesadas, el ser humano no puede realizar. En este caso, dialogar 24/7 con cualquiera.
La mayoría de bots construidos hasta ahora han sido de tipo reactivo: tenían una gran biblioteca de respuestas preconcebidas y, al detectar cierta palabra del interlocutor, mandaban una respuesta de su biblioteca. Si el bot no encontraba ninguna palabra reconocible, mandaba frases almacenadas como "sí, te entiendo”, "sigue" o "¿puedes volvérmelo a explicar?", frases que los humanos usamos a menudo. Eliza, el primer bot programado en 1966, era de este tipo.
A inicios de este siglo, el reto de los programadores de inteligencia artificial fue construir una máquina que aprendiera a hablar. Estos bots han se han denominado generativos. Actualmente Transformer de Google, GPT-2 d’OpenAI y DialoGPT de Microsoft son las herramientas que mejor reproducen el habla humana. ENA funciona con una combinación de estos tres modelos.
NOTA: La base de aprendizaje ha sido en inglés y ENA sólo puede comunicar en este idioma. Intentamos que hablase en catalán mandando de modo automático sus respuestas a Google Translator y haciendo lo mismo con las interacciones de los internautas. La inexactitud de las traducciones de ida y vuelta hacían el diálogo imposible.