Presentación
presentación de primavera
Estimado público:
Leí que la historia es la forma científica con la que conocemos la memoria colectiva y que se sustenta, básicamente, en dos tipos de materiales: los documentos y los monumentos. Rechazando, por tanto, el teatro monumento, nos adentramos en el documento. Y de este modo empezamos a confeccionar gran parte de esta primavera. En el teatro de los últimos 75 años ha habido cierta tendencia ha crear “obras monumento”, olvidando la parte sustancial del arte escénico en sí: el arte efímero. Nada es para siempre. Y con este poder transformador del aquí y ahora, y con la escucha atenta hacia nuestra sociedad, construimos esta primavera tras un año de pandemia... un año que nos pesa a todos. Vivimos tiempos históricos, a veces demasiado oscuros, y el teatro debe ser contemporáneo iluminando estas oscuridades.
La pandemia va descubriendo paralelamente un nuevo Lliure, que como institución no es solo un espacio cultural, también lo es socioeducativo. E incluso sanitario. Un espacio de retorno emocional, un centro de interpretación de realidades donde, en comunidad, compartimos inquietudes y buscamos formas de cuidar a las personas de nuestro alrededor.
Cuidar debería desvincularse del empobrecimiento económico o de la falta de reconocimiento social. “Cuidar de” es el primer paso de reconstrucción que tal vez deberíamos tener presente cuando el oscuro túnel de la pandemia se acabe. Y el teatro es el mejor lugar para compartir, discutir, plantear, debatir, educar en las ideas –¡que sin hallar nunca las respuestas a los porqués puedan darnos el punto de luz! Por eso, esta programación que nos alerta en el fondo también nos ilumina con espectáculos como Las canciones, en el que la escucha ejerce un poder tan real como hipnótico, o con El bar que se tragó a todos los españoles, que trata de la posibilidad de cambiar de vida, de país, de visión del mundo... o Forasters vindran..., que plasma la trayectoria de diferentes generaciones que lo hicieron en la migración. Por eso 23 F Anatomia d’un instant nos devuelve al pasado más cercano, para poder empezar a mirar el rostro sucio de nuestra transición; Frank cuenta a los más pequeños la absurda sensación de creerse superior por ser diferente de los demás; I només jo vaig escapar-ne nos presenta el apocalipsis de un mundo que ya no nos es desconocido desde la clarividencia de las personas que han vivido más, y ARCAS 2020 leerá en clave de futuro la resistencia actual de nuestra especie en un ecosistema alternativo formado por las nuevas generaciones.
No dejamos, en esta primavera, nuestras actividades culturales ni digitales. Y empezamos a visualizar en el horizonte que podamos volver a encontrarnos todos, de modo regular, y no intermitente, en el Lliure. Una casa que, curiosamente, nunca ha estado tan abierta como ahora, en una época de confinamientos.
Esta primavera será un punto de esperanza y, a su vez, un grito de alerta. Justo la función que nos toca ejercer como teatro.
Juan Carlos Martel Bayod
Director de la Fundació Teatre Lliure /Teatre Públic de Barcelona